Los días han empezado a hacerse un poco más cortos…
Pero eso no significa que no podamos disfrutar todavía del verano, ¡y de todas las delicias que nos trae!
A finales del verano suelen salir tomates de todo tipo de colores y con un sabor mucho más “tomatero“ de lo normal. Es la temporada óptima para su cosecha y eso se traduce a que los supermercados están llenos de tomates. Y seguro tu casa (o al menos la mía sí). Pero ¿qué hacer con tanto tomate? Entre esperar a que se pudran y tirarlos (como hacen en Valencia con La Tomatina) y comerlos… ¡optamos por comerlos!
Les tengo una receta para usar ese montón de tomates de una manera que también les ayudará para las noches calurosas que todavía quedan.
Les presento la tradicional receta de gazpacho Andaluz:
Quizás después de ver el video querrán debatir algo que menciono acerca de cómo hacer un gazpacho tradicional. Y es que hoy en día parece que cada quien se inventa cualquier mezcla de vegetales (e incluso frutas) y le llama gazpacho. Como ésta foto que aparece en el artículo de Wikipedia de gazpacho:
Ugh… ¡qué horror! Para intentar resolver este problema, me fui al recolector de palabras, el diccionario.
El diccionario de la RAE dice así:
m. Género de sopa fría que se hace regularmente con pedazos de pan y con aceite, vinagre, sal, ajo, cebolla y otros aditamentos.
La verdad creo que mucha gente se ha tomado ese último “y otros aditamentos“ demasiado a pecho. Tanto así que ahora hay gazpachos que parecen más cóctel de frutas que sopa. Ya sabemos que no se puede confiar mucho en la RAE (todavía sigo negándome a aceptar que admitan la palabra disyóquey para disc-jockey). Y lo malo es que incluso hay gente en altos rangos que se está poco a poco confundiendo: por ejemplo, uno de los mejores chefs del mundo, Ferrán Adrià, dijo una vez que “el gazpacho es un genérico para nombrar la sopa fría”.
Uf… Así que ¿en quién confiamos?
En la gente que lo ha vivido desde pequeño. Tuve la suerte de vivir en España 4 bonitos años y a todo español que he conocido, niños, jóvenes, adultos, viejitos, el gazpacho es el de siempre: el “andalú“ (como pronunciarían ellos). Es un plato que ha durado generación tras generación, y no por viejito significa que tenga necesariamente que tener una nueva versión (esto no es un producto de Apple, señores), sino que en cambio, y sobre todo por gustar tanto, se debería celebrar con orgullo.
Y no, no me opongo a experimentar con las cosas nunca (osea, ¿han visto mis brownies con aguacate?), pero sí creo que si se va a experimentar, que no se intente llamar tomate a un melón, sólo porque con los dos se puede hacer sopa. Mi punto medio está en que si se quiere experimentar se le ponga otro nombre… pero si haces una receta de una sopa de sandía, por muy roja que sea, no le llames gazpacho.
Eso sí: si quieres variar tu gazpacho (para presumir de originalidad), todavía tienes tienes mucha libertad en experimentar con las cantidades de los ingredientes básicos. No todo gazpacho saldrá igual, ya verán ;).
Preparación: 20 min Tiempo espera: 20 min Tiempo total: 40 min
—-> ¡Los pasos de la receta están en el video que les puse arriba!
Utensilios, etc.:
- Una batidora
Ingredientes
(Para hacer gazpacho para dos personas)
- 3 tomates bien maduros, cortados en cuartos
- 1/2 pepino, pelado, sin semillas cortado
- 2-3 dientes de ajo,, sin el centro
- 1/4 de una cebolla blanca, cortado
- 1/2 pimiento verde, sin semillas y cortado
- 1/2 pimiento rojo, sin semillas y cortado
- sal, al gusto
- 1 cda de vinagre de vino blanco
- 1 rodaja de pan (o su equivalente en un baguette), sin orillas
- 1/2 taza de agua
Para servirlo/ presentación*
- 1 huevo duro,
- crutones o pan tostado
*Algunos también le añaden taquitos de jamón Serrano, más cebollas y pimientos, y un chorrito de aceite de oliva.
¡Disfruten este gran emblema histórico español!
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